Esta receta es la típica que apuntamos en un papelillo, guardamos y al cabo del tiempo no sabemos de dónde ha salido. La tenía, como digo, suelta desde hace años en mi cuaderno de recetas y siempre que la veía me daban ganas de hacerlo, así que ya llegó la hora.
Necesitaremos:
dos planchas de hojaldre
280 gr. de azúcar
100 gr. de pistachos pelados
90 gr. de almendras
100 gr. de coco
150 ml. de leche
100 ml. de agua
100 gr. de mantequilla
ralladura de un limón (opcional)
1 cucharada de canela en polvo
1 huevo
troceamos los pistachos
y troceamos 60 gr. de almendras
ponemos en un cazo el agua con el azúcar
y hacemos un caramelo rubio
retiramos del fuego y añadimos el coco
60 gr. de pistachos
y los 60 gr. de almendras troceadas
agregamos la mantequilla troceada
la leche
la ralladura de limón (opcional)
y la cucharada de canela
ponemos a fuego suave y cocemos sin dejar de remover. Apartamos y dejamos enfriar
forramos un molde con una de las planchas de hojaldre y pinchamos con un tenedor
cubrimos el hojaldre con la preparación del caramelo
tapamos con la otra plancha y cerramos por los bordes
pintamos con huevo batido
haremos un agujero en el centro y pondremos un rollito de papel aluminio, así hará efecto chimenea y no se nos pujará en exceso
horneamos 45 minutos a 180º, pero a mitad de cocción sacaremos el molde y añadiremos los pistachos y las almendras reservados
y volveremos a pintar con huevo batido y a introducir al horno
dejamos reposar 15 minutos antes de desmoldar y, según la receta original, se ha de servir templado, pero he de decir que frío también esté muy bueno
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